Solo basta ver los anuncios de la
televisión para darse cuenta de que estamos en temporada alta del virus de la
gripe. Las compañías farmacéuticas hacen su agosto en invierno con antihistamínicos,
mucolíticos o calmantes. Fiel a su
cita con el ser humano, el virus de la gripe salta de las aves para meterse en
nuestro organismo y hacer de las suyas.
Cada año, cientos de centros de
referencia en los dos hemisferios suministran datos a la Organización Mundial
de la Salud (OMS) sobre numero de casos y tipo de cepa, estos datos serán
claves para la fabricación de las vacunas.
Según el inmunólogo de la
Universidad de La Laguna Agustín Valenzuela, en declaraciones al programa
Galaxias y Centellas de la Radio Autonómica de Canarias “El virus de la gripe
muta cada temporada, cada año conviven muchas cepas de virus diferentes que van
afectando a la población, los investigadores deben saber cual es la
predominante y incluso predecir cual será la más común dentro de unos meses, de
esa manera las farmacéuticas hacen las vacunas”.
Una vez que se identifica la cepa
que mas está afectando a población comienza su cultivo en los laboratorios. “Se
introduce el virus en su medio natural,
gracias a su procedencia aviar el virus se reproduce muy bien en huevos
de gallina, así se cultiva, en millones de huevos de gallina embrionados.”
El proceso es caro y minucioso.
Un investigador observa si el huevo está embrionado y realiza una punción con
una aguja en el polo más puntiagudo de la cáscara. Otro investigador utiliza
dicha perforación para introducir el virus en el líquido amniótico del huevo.
Finalmente, otra persona sella el huevo. Con este método se pueden inocular
unos 3.500 huevos en 8 horas.
Transcurridas 72 horas se recoge
el líquido amniótico y se trata para dañar a los virus y no provocar una nueva
infección. Todo el proceso necesita unos seis meses de trabajo, desde su
fabricación hasta la distribución por todo el mundo. Las vacunas que se
comienzan a suministrar en octubre se basan en una predicción realizada 10
meses antes. Para Agustín Valenzuela “ la vacunación no siempre es efectiva
porque en una misma temporada conviven varias cepas de virus diferente, te
vacunas de las más comunes pero no de todas, por eso puedes enfermar de la
gripe aunque estés vacunado”.
Aunque no es infalible, la vacuna
de la gripe es la mejor solución existente para evitar al virus que en esta
época del año nos espera en los pomos de las puertas, pasamanos o carritos de
la compra.