miércoles, 20 de febrero de 2013

“El cambio climático no provoca más desastres naturales”



La idea de que la Tierra se está calentado y que el clima está cambiando ha penetrado tanto en nuestra sociedad que cuesta digerir teorías alternativas que maticen esta información que ya está en nuestro ADN social.  Han sido muchos años de documentales, informes, películas, conferencias, etc. alertándonos del problemático aumento de la temperatura, subida de las mareas o los devastadores desastres naturales.
Tanto ha calado esta idea que ya todos estamos convencidos que el cambio climático es el peor de los problemas ambientales al que se enfrenta el ser humano en estos momentos, que de seguir subiendo esa famosa gráfica acabaremos con la vida en este planeta.
Sin embargo, esta visión catastrofista del cambio climático no es compartida por toda la comunidad científica. La profesora de Geografía de la Universidad Complutense de Madrid, Eugenia Pérez González matizó los efectos del cambio climático y mostró los datos que demostrarían que aumentos de la temperatura como el que estamos viviendo en estos años ya han pasado a lo largo de la historia de la humanidad.
En su conferencia impartida dentro del curso “Catástrofes ecológicas y medios de comunicación” en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agraria de la Universidad de La Laguna, la profesora dejó claro quecambios climáticos siempre ha habido y siempre los habrá porque el clima nunca está en equilibrio, está oscilando constantemente”.
Sobre los modelos que afirman cambios drásticos en el clima para dentro de 50 o 100 años,  la geógrafa fue contundente, “tan ridículo es pretender saber el clima que hará en 2100 como el tiempo que tendremos esta semana santa, a largo plazo no podemos predecir esas cosas”.
El cambio climático, tal y como lo conocemos ahora tiene su origen claro, y no es muy lejano. En los  aun recientes años 80 se especulaba con una glaciación del planeta, los científicos pensaban que la Tierra se estaba enfriando ya que los datos de la última década indicaban un pronunciado descenso térmico general que hacia pensar en una pequeña glaciación.  La preocupación estaba justificada,  ya que “un enfriamiento climático es mucho más caro que un calentamiento”.
Pérez González expuso más ejemplos de cambios climáticos. Para observar un aumento térmico como el que estamos viviendo en estos momentos nos tenemos que remontar a la Edad Media.  “en esa época no había termómetros pero pruebas indirectas nos indican que hizo mucho más calor que ahora. Sabemos que se plantaba vid en Inglaterra, que en el norte de Europa se recogían dos cosechas por año y no hace mucho ha aparecido una capilla medieval sepultada por el hielo. En aquella época el hombre se adaptó a los cambios”.
Más recientemente encontramos lo que lo expertos conocen como la Anomalía Decimonónica, una época localizada a finales del siglo XIX que se caracterizó por la gran cantidad de lluvia que calló de forma general en todo el planeta. “dejando enormes inundaciones en lugares tan dispares como la India o la península ibérica”.
Para la investigadora “esto nos demuestra que el clima siempre ha cambiado, situaciones como estas ya las hemos vivido, lo que ha sucedido es que la mayoría de los trabajos que se han presentado últimamente se basan sólo en los últimos 10 años y eso no es serio, se fijan en  el aumento reciente de la temperatura pero ignoran datos anteriores, quizás porque los fiables sólo se remontan a la década de los 70.”.
Sobre las alarmantes noticias de la desaparición de los hielos polares, la geógrafa afirmó que “si bien es cierto que los hielos árticos están desapareciendo los antárticos están creciendo, disminuyen en el norte pero aumentan en el sur, una vez más, parece que el clima intenta el equilibrio”.
Por último quiso llamar la atención sobre la creencia de que en estos momentos estamos sufriendo más desastres naturales debido al cambio climático” no es cierto que en estos momentos tengamos más huracanes o inundaciones que antes, el cambio climático no aumenta el numero de estos desastres, lo que ha aumentando es nuestra vulnerabilidad”. Lo que también es la atención que prestamos a estos fenómenos y la capacidad que por primera vez tiene el ser humano de saber lo que pasa en la otra parte del mundo en directo.

sábado, 16 de febrero de 2013

Asteroide pillado al huir de la Tierra


Lo conseguimos, no fue fácil, pero hemos podido obtener imágenes del paso del asteroide sobre el cielo estrellado de canarias.

Después de un día bastante movidito por las noticias de la entrada, en nuestra atmófera, de un meterito en Rusia, cuya onda expansiva afectó a las ventanas de cristal de más de 4.000 edificios, y que se sospecha (todavía no se sabe con certeza) podría tener un tamaño de unos 15 metros y cayó en un lago alejado de las ciudades, tenemos imagenes del asteroide que sí sabíamos que iba a pasar esta noche y, que no tiene nada que ver con el meteorito ruso, pues tienen trayectorias opuestas.

Por suerte tuvimos el cielo despejado, algo fundamental para realizar una observación astronómica, pero el tiempo no ayudó mucho, pues sólo  había un grado de temperatura y más de 55 km/h en el observatorio del Teide y por desgracia esa noche no había mar de nubes sobre el norte de la isla, que nos ayudara a ocultar la polución lumínica de las ciudades de dicha zona, que era por donde aparecería el asteroide.

Debido al débil brillo del asteroide y al reducción de calidad que sufren las imagenes al subirlas a la "nube" aconsejamos subir al máximo el brillo de la pantalla.








jueves, 7 de febrero de 2013

Un asteroide se acerca a la Tierra


“2012 DA 14”, el asteroide que vino, vio y se fue


Por fin llega, el primer acontecimiento importante de este año: el paso, a sólo 27.000 km de nuestro planeta, del asteroide 2012DA14, previsto a las 19:25 h del próximo 15 de febrero.


El 22 de febrero de 2012 se descubrió, desde el Observatorio La Sagra, situado en las cumbres de Granada, una pequeña roca de unos 46 m de diámetro, cuya órbita es muy similar a la de nuestro planeta. Después de sucesivas observaciones se determinan los parámetros orbitales (forma exacta de la órbita) y se predijo que el 15 de febrero pasará muy cerca de la Tierra, más que los satélites geoestacionarios situados a 35.800 km sobre el ecuador.

Este no es el asteroide que más cerca ha pasado de la Tierra. Ya hemos visto otros pequeños cuerpos alejarse de nuestro planeta y, estudiando su órbita de forma retrospectiva, nos sorprendemos al descubrir que han rozado nuestra atmósfera pocas horas o días antes de su descubrimiento. 2012 DA 14, será el primer asteroide de este tamaño que podremos observar acercarse, pasar y alejarse de nuestro planeta a una distancia muy pequeña. Algo muy importante, pues podremos estudiar de manera más detallada su órbita, el tamaño, el periodo de rotación e incluso la cantidad de luz que refleja del Sol (albedo). Estos parámetros permiten calcular, con gran exactitud, futuros encuentros con el asteroide, como el que se producirá el 16 de febrero de 2110, cuando previsiblemente pasará a menos de 5.000 km.


¿Podremos verlo?

La trayectoria del asteroide es tan cercana que en unas horas atravesará el firmamento desde las cercanías del polo sur celeste a las del polo norte celeste. Desde Canarias podremos verlo a partir de las 20:30h en el que saldrá sobre el horizonte. Habrá que esperar una media hora a que tenga altura suficiente sobre el horizonte para que nuestra atmósfera no atenúe considerablemente la poca luz que nos llega de él. Es muy débil, casi al límite de lo que detectan unos binoculares y, al cabo de un par de horas, necesitaremos telescopios de mediano tamaño para poder detectarlo, algo sólo al alcance de los observatorios profesionales y de los aficionados con el equipo adecuado.


Podríamos intentar fotografiarlo, usando pequeños telescopios y cámaras CCDs bastante sensibles que, con el tiempo de exposición adecuado, nos permita recoger la luz recibida de este pequeño cuerpo. Para aquellos aficionados que quieran asumir este reto, les adjuntamos una carta celeste con la trayectoria que describirá desde Canarias. ¡Suerte!