miércoles, 1 de septiembre de 2010

Un premio para un científico

















No se como se lo han tomado en Armenia (patria del galardonado) pero en España la repercusión ha sido escasa. Esta semana se conocía que el investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) Garik Israelian había ganado el premio internacional Viktor Ambartsumian en su primera edición, junto con sus colegas Michel Mayor, del Observatorio de Ginebra, y Nuno Santos, del Centro de Astrofísica de la Universidad de Oporto, por su contribución al conocimiento de la formación de los sistemas planetarios y sus estrellas anfitrionas. Aunque se trata de un premio con una dotación importante (500.000 dólares) y de una importancia similar a los premios Nobel, los medios de comunicación nacionales apenas han mostrado interés por el tema. ¿Por no ser español? ¿por qué la Astrofísica no interesa? ¿por qué el premio lleva el nombre de un científico poco conocido y difícil de pronunciar? No se los motivos, pero quiero que sepan que lo habitual es lo contario. Normalmente son los científicos brillantes españoles los que salen al exterior atraídos por suculentos contratos y mejores condiciones de trabajo. Lo habitual es que patrocinemos la formación de jóvenes investigadores, pagando becas, materiales o trasportes y cuando son capaces de producir ciencia, cuando ya están listos para aportar conocimiento a nuestro tejido productivo, en ese momento marchan a otro país. No son antipatriotas, no se van como culminación a un malvado plan antiespañol, simplemente en España no los queremos, no somos capaces de ofrecerles un simple contrato de trabajo.


España forma a grandes científicos, pero luego el sistema falla. ¿no se han preguntado por qué Italia, Sudáfrica, Hungría, India, Dinamarca, Polonia o Argentina tienen más premios Nobel que España? Porque somos un país de letras, porque es un pecado no saber quien fue Cervantes pero no tanto desconocer a Ramón y Cajal.

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